lunes, 17 de mayo de 2010

AITOR se bautiza en Tres Cantos...



El espíritu de los "Berragros". XVII Triatlón cross Tres Cantos-15/05/10.

Berragros: Dícese del animal mitológico mezcla de "Berraco de los montes" y "Zagros". Se caracteriza por su entrega, capacidad de superación e ilusión en lo que hace. Se alimenta de entrenamientos y competiciones. El buen ambiente, la amistad y el compañerismo con los de su especie le hacen un animal casi indestructible.

Hoy es el día, mi primer triatlón. Eso fue lo que pensé el sábado cuando me levanté (de buena mañana, para prepararlo todo bien) mientras intentaba calmar esos nervios que me acompañaron todo el día hasta el momento justo de saltar al agua (sólo ahí desaparecieron).

Un vez limpia mi bici, me da por intentar ajustar ese freno delantero que lleva años dándome guerra y que hace que roce el disco y vaya frenado a cada golpe de pedal (con lo que me esperaba luego, como para tener más resistencia). Pero como el que no sabe es como el que no ve, toqué donde no debía y vacié el circuito del freno. Que no frenaba, vaya, y que no me iban a dejar cometir. Era la una de la tarde y festivo. Llamo a Ángel (¡socorro!) pero el freno de disco es la única parte conocida de una bici que no ha tocado y no es capaz de desmontar y montar en menos de 15 segundos. Llamo a Decathlón y me dicen que imposible, que no me aseguran tenerla reparada a tiempo. Me lanzo a Fórum y, a pesar de no poder coger ya bicis para reparar por estar demontando la tienda, el que me atendió (antiguo competidor de bici que tuvo que dejarlo por una lesión) me la arregló como favor personal. La dejó mejor que nueva y en tiempo record. No sé cómo te llamas, y supongo que no leerás esto nunca, pero que quede aquí, negro sobre blanco, mi más sincera gratitud. Continuaré la "cadena de favores" (preciosa película, por cierto).

A las cinco de la tarde ya estaba allí, con Ángel y Marivi, Begoña y Lorenzo y Sergio y Ángel (mi padre). A los seis no sé cómo pagaros que estuvierais allí todo el rato, de pie, ayudándome, apoyándome, animándome y mostrándome lo que valéis y lo que sois. Que sepáis que en cada brazada, pedalada o zancada estabais allí conmigo, en mi mente, ayudándome. Gracias, mil gracias.

Por fin, con media hora de retraso, comienza la competición. Tiene razón Sergio cuando dice que los nervios previos, la sensación de ansiedad, la soledad y concentración de la preparación inicial (neopreno, bici, zapatillas...) no sólo son parte importante, sino una de las más interesantes de vivir. Los que probaron el agua antes de la salida venían con cara de pánico de lo fría que estaba (y eso que casi todos llevábamos neopreno!). Bocinazo inicial y...¡al agua! La primera vuelta me costó coger el ritmo, y en la segunda, cuando ya lo tenía cogido, se cabaron los 750m. Fue muy bonito, cómo se lucha por cada posición (la de golpes y agarrones que hay!) y la sensación de ver cómo pasan por debajo las algas...parecía el salva-pantallas de Windows! La transición la hice muy bien, tal y como me indicaron Ángel y Mariví (no hay nada como seguir a los maestros) y enseguida estaba en la bici. Tres vueltas por un circuito con algo de peligro (caminos estrechos, muchas roderas, tierra suelta) que hizo que hubiera múltiples caídas (por suerte pude librarme) y que castigaba las piernas con los continuos toboganes. Pero quedaba, para mí, lo más bonito: la carrera. Es donde más disfruto y donde más hay que apretar los dientes porque las fuerzas van ya tocadas. La tarde (eran ya más de las 8) estaba preciosa, con un atardecer de cine, y ahí, cuando ya tenía que darlo todo, salió el "berragros" de dentro para terminar la carrera como hay que hacerlo: ¡a tope! Espectacular llegada a meta con mis seis magníficos animándome y haciendo fotos (menudo reportaje!).

Esto no ha sido más que el principio (en dos semanas haré el segundo), pero este primero lo recordaré siempre por ser muy especial, y lo que me llevo de él siempre caminará conmigo. Es un orgullo para mí ser el primer triatleta (¿me puedo considerar ya así?) del club Zagros en correr un triatlón. A ver qué tal Javi el domingo, que se estrena en Canet a lo grande (distancia olímpica), espero que salga también su "berragros" de dentro...Por cierto, esto tiene que alimentarse de cachorros y nuevas generaciones, a Sergio ayer le picó el gusanillo del triatlón, quién sabe...

Aitor.

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