jueves, 25 de marzo de 2010

DUATLON ALCOBENDAS 2010... por Jose Luis.

Bueno, me estreno como comentarista deportivo-bloguero a la vez que me he estrenado en el maravilloso mundo del DU. Bueno, me estreno en los DU "estandar". Ya hice alguno "cross" anteriormente.
¿Diferencias? Para mí ¡¡¡¡TODAS!!!! Imagino que a los que les gusta más correr o la bici de carretera, les gustará más los estandar. A mí que soy un forofo de la BTT, me divierten más los cross. Ahora bien, tengo que reconocer que, dentro del sufrimiento y el desconocimiento de la "técnica" de estas pruebas, disfruté muchísimo.
Primero, el volver a tener contacto con bicis de carretera. Les tengo pánico por los coches. Prefiero mil veces bajar por el cortado más dificil del mundo, lleno de raíces y rocas, que tener la horrible sensación de depender de un tercero montado en una máquina de hierro de 1.500 kilos. Pero bueno, adentrarse en el mundo de los DU y los TRI, tiene este "peaje".
Un amigo me dejó una buena bici de carretera el día antes, que probé el mismo sábado haciendo una ruta cortita de 70 km para recordar sensaciones. Sensaciones horribles, por cierto. Estaba más pendiente de los coches que de montar y no me dí cuenta que me regulé mal la altura del sillín. ¡¡¡CRASO ERROR!!! Y lo pagué al día siguiente en la prueba que la hice mucho más lenta de lo que pensaba. No me encontraba a gusto encima de la bici. En ningún momento tube buenas sensaciones. Pero eso lo contaré más adelante.
Vayamos por partes: Amaneció horrible!!! Lloviendo y sin pinta de que escampara. Llegué a Alcobendas el último del equipo y algo tarde para la hora a la que quedamos (para variar en mí, espero que ya me hayan disculpado mis compis). Cierto es que quedamos con tiempo más que de sobra. Pero ¡¡¡MENOS MAL!!! Recoger el dorsal, descubrir la "técnica" de su colocación y posición durante la prueba (lo de darle la vuelta en el segmento bici fue nuevo para mí) y, una vez abierta la zona de transición, a colocar el material.
El día se fue arreglando un poquito. Al menos paro de llover, lo que fue una auténtica bendición. ¿El ambiente? Acongoja un poquitín. Ves gente que parece "TRIminator". Equipada hasta las cejas. Con material sacado de la guerra de las galaxias. ¡¡¡QUÉ BICIS!!! ¿Y eso rueda? ¿Por dónde se hinchan? ¿Y esos monos? ¿Habrá que llevar uno p´hacerlo bien? Pues imagino que sí!!! Donde fueres, haz lo que vieres. Así que, a observar y aprender para la próxima.
Había gente que tenía puestas las zapas de bici en las calas (hasta ahí nada anormal) y además agarradas con una goma elástica a alguna parte del cuadro o el desviador para que quedaran horizontales y fuese más fácil ponérselas al montar. Imagino que al dar la primera pedalada, la gomita se rompe sin problema y quedan los restos que, al acabar la prueba, los quitarán del cuadro y la zapatilla, imagino. Buen truco!!!
Hay que aprender. Y mientras miras a un lado y a otro como un niño en Disneylandia, llega la hora de calentar. JODER!!!! El 95% vienen en grupitos de clubes de Triatlon perfectamente equipados!!!! Jejejeje... pero yo miro a mi lado y también tengo compis de club!! La pena es que lo sabemos sólo nosotros. Pero eso es lo importante. Aunque el efecto "intimidatorio" de la indumentaria no hay que desdeñarlo.
Teníamos apoyo logístico y fotógrafa oficial. No se si esos clubes tan numerosos y tan bien equipados llegaban a tanto, ¿eh?. En fin, que llega la hora de la salida!!!
Mariví salía más tarde (5 minutos de diferencia con la salida masculina) pero aún así, se quería comer el asfalto YA!!! Se puso con nosotros en la línea de salida hasta que se dió cuenta 10 segundos antes del inicio. Le miraban los de alrrededor¨"acojonaos". ¡¡¡JODER ÉSTA CHICA!!! Decían. ¡¡¡DEJEMOS PASO QUE NOS PASA POR ENCIMA!!! Y es que, de los cuatro, era la más "pro". ¡¡¡SIN DUDA!!!
¡¡¡COMIENZA LA PRUEBA!!! Aitor quería seguir a Javi y yo seguir a Aitor. ¡¡¡BUFFF!! Lo mío misión imposible. Salí de los últimos. Nos colocamos atrás del todo, bien es cierto. Pero de todas formas, tal y como corro me hubiera dado igual. Tenía la vista clavada en la espalda de Aitor todo el rato intentando no perder mucho con él y lo medioconseguí. El circuito era de ida y vuelta, así que podías ver el ritmo de los primeros. ¡¡¡ALUCINANTE!!! ¡¡¡SI YO NO CORRO ASÍ NI LOS 100 METROS LISOS!!!
Regulé mal la carrera. No tengo "referencias naturales" en la carrera y tampoco llevaba ni pulsómetro ni cronómetro siquiera. Así que llegué a la transición menos cansado de lo que pensaba y diciendo: ¡¡¡AHORA VIENE LO MÍO!!! Nada más arrancar, noté que algo no iba bien. Había parado de llover, el "grupo" estaba superdisperso y por tanto no era tan peligroso por caídas como pensabamos al inicio, con lo que se podía ir muy rápido en la parte de bajada del circuito. Pero yo no encontraba la posición en la bici. Sillín demasiado bajo. Me di cuenta tarde. Lástima. En fin, a aguantar. Intentaba pegarme a rueda de gente, y cuesta abajo, sin problema. Cuando había que transmitir potencia a los pedales, era otra cosa. No tenía recorrido de pierna. En fin, la bici muchísimo peor de lo que tenía previsto. A Aitor le ví de milagro en la bajada de la primera vuelta. Pero a Javi, ni rastro desde la salida. Al paso por meta de la segunda de las cuatro vueltas al circuito de bici, coincidí con Mariví que se estaba montando en la bici a la salida de la transición. ¡¡¡ANIMO Y A RODAR!!! Con esa mirada asesina y cara de concentración que tenía, la verdad es que imponía!!!
En fin, dos últimas vueltas y a la transición de nuevo. La bici cada vez peor. No estaba cansado, pero las sensaciones no eran buenas.
El último tramo de carrera, se hace sólo. Me costó mucho menos de lo que pensaba y recordaba de los DUcross el volver a correr. Aún así, tenía ganas de acabar. ¡¡Y de repente en la última revuelta ví a Javi!!! "Bueno, pues no lo estamos haciendo tan mal", pensé.
 En fin, llegamos a meta!!! Misión cumplida!!! Puntuamos como club (aunque poquito imagino) porque eramos el mínimo que exigían. Tres miembros. Mala suerte lo de Pablo con la tienda de bicis, que le hicieron una mala jugada no teniéndosela a punto para el domingo y finalmente no pudo competir. La próxima será.
Bueno, a pesar de todo, lo pasamos muy bien. Experiencia más que repetible. Ya tengo el virus del DU-TRI en las venas!!! Eso sí, varias conclusiones:
1º.- Las distancias cortas no son lo mío. Demasiado explosivo el tema. Creo que lo haré mejor y disfrutaré más con los olímpicos y de ahí hasta el Ironman para el año que viene.
2º.- TRI mejor que DU. Correr no es lo mío. Lo tengo claro. Siempre pensé que correr era de cobardes,jejeje...
3º.- Hay más técnica de lo que parece en éste deporte. Truquitos a tutiplen.
4º.- La bici de carretera no tiene nada que ver con la BTT. Habrá que entrenarla más específicamente.
Animo a todos y espero que en el siguiente seamos como mínimo el doble de gente. Nos lo pasamos muy bien y, el "tercer tiempo", como en el Rugby, es lo mejor. Para la próxima hay que hacerlo más largo!!! (El tercer tiempo, claro está ;-)
Besos y abrazos
JOSE LUIS AZAÑÓN

miércoles, 10 de marzo de 2010

Duatlon Villa de Madrid.... por Marivi.

Bueno, por fin mi primera crónica:

Madre mía, se me vienen tantas cosas a la cabeza que no se por donde empezar.
Ya la noche fue movidita "los nervios" me hicieron dormir poco y mal.
Levántate con prisa porque puse el despertador mal y tuvimos muy poco tiempo para desayunar (sin ganas) y cargar todo en el coche, menos mal que al menos lo que respecta al material, ropa de después y demás quedó preparado la noche anterior.
Al llegar el ambientazo era total. Estoy contigo Aitor, para los que nos inauguramos en esto, es impresionante. Todos/as te parecen mejor que tú, (bueno en mi caso esta vez resultó un buen pensamiento, jejeje).
No tiene nada que ver competir, a ser "apoyo logístico" aunque en esto último puedo confirmar que se pasa tremendamente mal, no porque lo hayas sufrido en tus carnes, sino porque a los que nos gusta el deporte y hemos competido aunque en otras cosas y sobre todo vivimos con alguien al que ves entrenar día a día, sabemos perfectamente lo que se juega en una competición y lo que hay detrás de ella, los meses y semanas previas.
Pues nada, recojo dorsal, me alegro que me den una simple goma para colgarme el dorsal en la cintura y a llevar la bici al control mientras todas nos vamos mirando de arriba a abajo. Coloco bici, zapatillas y casco para la transición y me acuerdo que el cambio no estaba bien puesto por lo que vuelvo a bajar la bici y bajo algún que otro piñón para no quedarme enganchada en la salida.
En la salida, todas las chicas la verdad bastante emocionadas y alguna alegre animando al grupo, cosa que es de agradecer. Bocina de salida y sprint inmediato de las "pros". Se empieza a alargar la fila y se empieza a ver quien manda. Estreno pulsómetro por lo que de vez en cuando miro pero mis sensaciones no van con el pulsómetro. Sé que al principio por los nervios te agarrotas bastante pero que luego es cuestión de minutos el que cojas sensaciones y vayas a tu ritmo sin dejarte arrastrar por las demás, por lo que yo puse el mío y solo deseaba pasar por el lado de mi gente para que me ayudaran con sus ánimos. Por lo que GRACIAS Ángel, Aitor, Andrés y Ana (finisher de Lanzarote 2009 y ahora finisher premamá, está en su 7º mes), antes de salir me dijo "estoy contigo" y casi me echo a llorar...
Al llegar a la transición quedaban más bicis de lo que me pensaba por lo que me animo un poco. Las 3 vueltas en general bien, las disfruté bastante salvo las bajadas (soy un poco cageta, ¿verdad Ángel?), otro reto a pulir. En la 1ª vuelta veo otra vez a mis 3 apoyos logísticos y me pasan 3 velocípedos por la izquierda (las 3 primeras), y no me queda otra que sonreirles y decir, "me han doblao, vaya máquinas", se rieron... espero que haya foto de ese momento Aitor, jejeje. La verdad es que no fue como la carrera de ellos, nosotras ibamos más dispersas, no había tanta grupeta a la que poder agarrarte, por lo que quitando algún cruce con alguna y ánimos recíprocos, poco que contar, bueno sí, la verdad es que se te pasan muchas cosas por la cabeza, pero me las guardo.
Última transición vi que estaba lleno de bicis y lo que me temía (voy a ser la 3ª por detrás), me dejo el casco de la bici puesto (es tan ligero y cómodo que ni me entero que lo llevo) y los de la organización me gritan "casco, casco" y me toca irme al cajón y encestarlo. Me pongo a correr y literalmente parezco "Chiquito de la calzada", nada, que las piernas no iban. Miro el pulsómetro y otra vez me quedo loca porque no refleja mis sensaciones. Se me junta una chica, me anima, digo una palabrota, se ríe y me dice es mi primer triathlon y yo la contesto y el mío pero también el último... (Ni de coña), al final se aleja un poquito pero no la pierdo demasiado y me encuentro en una recta a Andrés que se pone a correr un pelín conmigo y me anima y le digo, "no tengo piernas". Aún así los 2.5 km se me hicieron "cortos".
Que buena la sensación de llegar a la meta, siempre en clase de bici me lo imagino, cada clase para mi es una competición imaginaria, toca apretar, toca subir carga y me veo adelantando tal cual como lo transmito y ese día en la carrera también me oía en la clase de bici y yo misma me decía, Mariví, puedes, coge ritmo, puedes de sobra... y fue lo que hice: darlo todo y disfrutarla.

Ahora que lo escribo me sale una sonrisa, que mal se pasa en el momento y que bien sabe el reto después.
Os animo a todos, por pequeña o grande que sea la prueba, os animo a que sintáis "la competición".

Besos a todos.

Mariví

XIX Duatlón “Villa de Madrid”-Casa de Campo-7 de marzo de 2010.

Supongo que le pasará a todo el mundo y que siempre ha sido, es y será así: cuando te enfrentas a algo por primera vez, es inevitable tener cierta sensación de desasosiego, nerviosismo, tensión, incluso desazón (“marasmo”, lo llamaba Pessoa), pero no, miedo no.

Pues eso es lo que me pasó a mí el domingo pasado al llegar a la casa de campo y ver lo que había allí montado: las transiciones preparadas, gente calentando, bicicletas espectaculares y superligeras por todos lados (¿y yo voy a competir con este “hierro”?). Pero todo se pasaba con los ánimos, consejos, alegría y tranquilidad de los otros tres integrantes del grupo (Ángel, Mariví, Andrés, curtidos ya en mil y una batallas -¡en peores plazas han toreado!-) que me transmitían constantemente.

La primera en salir, Mariví, luchando con el resto de chicas de la competición y con las tres primeras, mundo aparte, que iban como auténticos tiros, era impresionante verlas tanto correr como montar en bici. Impagable el gesto que nos hizo Mariví a Ángel y a mí cuando le pasaron las tres en una vuelta…

Pues venga, a la transición, a dejar la bici…y después de enseñar la licencia, me dicen que no puedo competir con ese manillar. Menos mal que pude desarmar los cuernos (¡gracias a ese corredor anónimo que me dejó las llaves Allen!) y que me permitieron correr (previa anotación en sus hojas para que no volviera a hacerlo en otra carrera). Salida por dorsales (en riguroso orden) y... ¡a correr!. El primer 5.000 en 20 minutos, la transición a la bici, de pena (¡cómo pesa!), los 21 km en bici, mejor de lo que esperaba (45 minutos, hay que ver cómo va la peña, pensaba yo, mientras tenía que prestar atención en que no me llevaran al suelo los cohetes que me iban pasando por los lados). Finalmente, la sensación del día: dejar la bici y empezar a correr: tenía razón Ángel, es muy raro, parece que no tienes control de las piernas. No obstante, acabé bien el último 2.500 (10 minutos) para un total de 1:20:39 por mi crono.

El día anterior a la carrera, por lo que pudiera pasar, me apunté al Duatlón de Alcobendas para que no hubiera marchas atrás, pero ahora que me he estrenado, creo que no hubiera hecho falta, ¡me hubiera apuntado de todas maneras después de la primera!.

Aitor.