miércoles, 7 de agosto de 2013

Wellcome to the real world... Gran Trail Peñalara. 28-29-30 de junio de 2013.


Nos miramos como dos desconocidos, abrasados por el sol, derrotados por los 80 km y mas de 3.500 m de desnivel que llevábamos en las piernas, después de toda una noche, después del abrasador medio día, después de toda una vida...
Nos miramos como dos desconocidos y sin hablar todo se entendía, se nos ha ido de las manos, así no lo acabaremos, sólo podemos mal-andar, y quedan todavía 30 km, resto del día por delante, única parte del recorrido no conocida, calor infernal por delante, otra madrugada en el horizonte lejano...


Por un momento se me paso por la cabeza, mientras esperaba medio zombi a que alguien me llenara la cacharra con agua, a que uno de aquellos buenos samaritanos me diera un plato de pasta, sin saber en que sombra se encontraba César analizando el estado de sus hasta ese momento incipientes ampollas. Se me paso por la cabeza, decía, aquella primera parte de Matrix, en la que un jovencito Keaunu Reeves haciendo de Neo elige la pirula roja que le ofrece su mentor Morfeo (talludito ya Laurence Fishburne) en lugar de la azul, la que le va a llevar al crudo mundo real, en lugar de continuar en la feliz ilusión de Matrix (seguro que a los hermanos Wachowski se les ocurrió esto después de hacer un ultra...), aún a sabiendas de que luego pensaría 'en que hora tome la dichosa pirula roja'. Pues eso me ocurría a mi, mientras oía a gente de la organización pedir ambulancias para gente que se desplomaba, en que hora elegí tomar la pastilla zagro-berraka que un día los Morfeo (Marivi y Ángel) me ofrecieron. Si, esto no es triathlon,es un ultra trail, pero esa pastilla va más allá, es una forma de vida, es una constante superación, son alegrías, penas, ilusión, derrotas, hermandad, retos cada vez mas altos, compromiso, familia, sentirse grande y en paz con uno mismo. Pero ese pensamiento se va enseguida, sin duda lo volvería hacer otra vez, la pastilla roja, el bicho del 'ultra triathlon' esta dentro sin posibilidad de salir...


Por supuesto, sin saber de donde salen las fuerzas la carrera se terminó, quizá con más pena que gloria, pero otro reto más cumplido. Más de 25 h que, no voy a engañar a nadie, me han hecho reflexionar, las cosas hay que prepararlas bien, esto no es una película, wellcome to the real world...



Aitor